No vale la pena que busquemos culpables puntuales en lo efímero de los proyectos de la región. La idea no es castigar al consumidor ni al productor, ni mucho menos a los propietarios de negocios y proyectos. Muy posiblemente este fenómeno sea recurrente, un círculo vicioso que se instaló en la cultura y en el colectivo del ciudadano fronterizo, personaje que se acostumbró a ver fenómenos de corta duración sin esperar de ellos nada más que su mero paso.
Precisamente este es el problema, el cambio que debemos exigirnos como colectivo, para que los fenómenos que sucedan en nuestras comunidades dejen una huella. No es necesario que estos duren para siempre, pero sí que dejen un legado con el cual la sociedad pueda dar un salto de progreso.
Existen tres claros ejemplos que a lo largo de la historia confirman esta situación; las tres bonanzas económicas del departamento, que duraron poco y no dejaron ninguna infraestructura o base para que en el futuro la región alcanzara mejores niveles de desarrollo.
La primera ocurrida entre 1870-1915, gracias al cultivo de cacao y café. Por primera vez la región reconoce su vocación exportadora y además recibe con agrado a inmigrantes Europeos. Se crea el triángulo exportador entre Cúcuta, San Cristóbal y Maracaibo. Pero esta efímera bonanza no nos dejó mucho. Nos dejamos quitar la producción de café por parte del interior del país y, el mayor logro de la época, el ferrocarril, desapareció.
La segunda bonanza fue la del petróleo (1940-1965). Tibú como campo de explotación y Cúcuta como campamento permanente. Ingenieros extranjeros, mucho trabajo para los vecinos de la región, dinero por todos lados. Los cucuteños tienen por primera vez contacto con la industria norteamericana, los carros, los artículos de consumo, juguetes, etc. La sociedad nortesantandereana alcanza un nivel de vida superlativo. Pero se acaba el petróleo, se desmontan la petroleras y hasta luego. De lo que trajeron, ni el colegio quedó.
La tercera y última bonanza fue la del bolívar (1970-1990). El poder adquisitivo de la hermana república venezolana le dio la oportunidad a los fronterizos de especializarse en el comercio. Compra y venta de todo. Los nortesantandereanos compraban sus artículos de consumo, carros y ciertos artículos de lujo en Venezuela, mientras que los venezolanos compraban ropa y zapatos en nuestra región.
Pero el bolívar se devaluó, tanto que ha llegado ha estar por debajo del peso en los últimos meses. De esta manera se fueron dos bonanzas más y la ciudad nunca las aprovechó para robustecerse de centros académicos, infraestructura o servicios.
La ciudad se comportó como los llamados “nuevos ricos”. Se gastó todo, no ahorró nada. De una forma mas gráfica y para que nos podamos identificar con algo de nuestra cultura nacional, estas tres bonanzas pasaron por aquí como las bananeras por Macondo.
Ahora que la región parece estar disfrutando de una nueva bonanza, impulsada por la confianza y las expectativas generadas por la supuesta firma del TLC y las oportunidades que los empresarios tanto locales como nacionales ven en la región, la comunidad deber organizarse para sacarle el mayor provecho. Por ejemplo: las universidades y el SENA deben involucrarse con las industrias nacientes, investigando y capacitando a las personas. La infraestructura que generemos no debe ser solo impresionante sino útil, se deben mejorar servicios en las zonas industriales y, sobre todo, se require un trabajo coordinado entre todas la zonas de la región.
De esta manera, la región fronteriza se fortalecería y podría ofrecer muchas mas oportunidades en el futuro.
El Faro (elfaro.blog@gmail.com)
Precisamente este es el problema, el cambio que debemos exigirnos como colectivo, para que los fenómenos que sucedan en nuestras comunidades dejen una huella. No es necesario que estos duren para siempre, pero sí que dejen un legado con el cual la sociedad pueda dar un salto de progreso.
Existen tres claros ejemplos que a lo largo de la historia confirman esta situación; las tres bonanzas económicas del departamento, que duraron poco y no dejaron ninguna infraestructura o base para que en el futuro la región alcanzara mejores niveles de desarrollo.
La primera ocurrida entre 1870-1915, gracias al cultivo de cacao y café. Por primera vez la región reconoce su vocación exportadora y además recibe con agrado a inmigrantes Europeos. Se crea el triángulo exportador entre Cúcuta, San Cristóbal y Maracaibo. Pero esta efímera bonanza no nos dejó mucho. Nos dejamos quitar la producción de café por parte del interior del país y, el mayor logro de la época, el ferrocarril, desapareció.
La segunda bonanza fue la del petróleo (1940-1965). Tibú como campo de explotación y Cúcuta como campamento permanente. Ingenieros extranjeros, mucho trabajo para los vecinos de la región, dinero por todos lados. Los cucuteños tienen por primera vez contacto con la industria norteamericana, los carros, los artículos de consumo, juguetes, etc. La sociedad nortesantandereana alcanza un nivel de vida superlativo. Pero se acaba el petróleo, se desmontan la petroleras y hasta luego. De lo que trajeron, ni el colegio quedó.
La tercera y última bonanza fue la del bolívar (1970-1990). El poder adquisitivo de la hermana república venezolana le dio la oportunidad a los fronterizos de especializarse en el comercio. Compra y venta de todo. Los nortesantandereanos compraban sus artículos de consumo, carros y ciertos artículos de lujo en Venezuela, mientras que los venezolanos compraban ropa y zapatos en nuestra región.
Pero el bolívar se devaluó, tanto que ha llegado ha estar por debajo del peso en los últimos meses. De esta manera se fueron dos bonanzas más y la ciudad nunca las aprovechó para robustecerse de centros académicos, infraestructura o servicios.
La ciudad se comportó como los llamados “nuevos ricos”. Se gastó todo, no ahorró nada. De una forma mas gráfica y para que nos podamos identificar con algo de nuestra cultura nacional, estas tres bonanzas pasaron por aquí como las bananeras por Macondo.
Ahora que la región parece estar disfrutando de una nueva bonanza, impulsada por la confianza y las expectativas generadas por la supuesta firma del TLC y las oportunidades que los empresarios tanto locales como nacionales ven en la región, la comunidad deber organizarse para sacarle el mayor provecho. Por ejemplo: las universidades y el SENA deben involucrarse con las industrias nacientes, investigando y capacitando a las personas. La infraestructura que generemos no debe ser solo impresionante sino útil, se deben mejorar servicios en las zonas industriales y, sobre todo, se require un trabajo coordinado entre todas la zonas de la región.
De esta manera, la región fronteriza se fortalecería y podría ofrecer muchas mas oportunidades en el futuro.
El Faro (elfaro.blog@gmail.com)
10 comentarios:
Sí, desafortunadamente nos hemos gastado todo lo que nos ha entrado y no guardamos para las vacas flacas... realmente debemos aprender por lo menos de las experiencia pasadas y sí, construir para el futuro... es impresionante como están las calles en la Zona Industríal, realmente da verguenza que la zona de la ciudad que genera empleo diferente al comercio, por lo menos no tenga unas excelentes vías de acceso, que entre otras, servirán de vías de escape para la aglomeración que dará el nuevo centro comercial; también espero que dicho centro comercial, tenga varias salidas y entradas y que no cometan el mismo error del Centro Comercial Andino en Bogotá, que solo tiene una entrada y una salida de carros, produciéndo congestión en un solo sitio, sin alternativas.
De nada nos sirve lamentarnos por cuestiones del pasado. Es importante, sin embargo, no olvidarlo y empezar a preparárnos para lo que se viene, lo cual no es el petróleo ni el bolívar. Lo que se viene es un fenómeno sin precedentes el cual sólo dará dos opciones a la ciudad: O Crecer o Morir. La preparación de las generaciones que liderarán la ciudad es la única salida para que Cúcuta de una vez por todas salga del ciclo vicioso en el que nuestros dirigentes corruptos y sedientos por poder nos han tenido por tanto tiempo.
Necesitamos, por esto, proyectos reales de Educación para los jóvenes cucuteños, necesitamos exigirle a la Administración Local y Departamental, así mismo como a los Senadores de la República y Representantes a la Cámara la producción de dichos proyectos y el verdadero desarrollo de ellos para que no se nos convierta esta nueva oportunidad en otro espejismo más de un futuro mejor.
La idea del blog me parece muy pero muy buena, pero para crear un mejor futuro no para seguir alimentando esa idea que más que idea es una excusa que ha servido para esquivar una responsabilidad que todo hijo de la ciudad tiene con ella y la sociedad que lo rodea. Cúcuta no ha sido nunca una ciudad fácil de desarrollar, su situación geográfica la hace muy complicada. Como ya dijo alguien, no equivoquen el diagnostico jóvenes, la ciudad esta aquejada de infinidad de situaciones complicadas que lo que necesita es el comienzo de su solución sin dilación. Lo que la ciudad necesita es el emprendimiento inmediato de las soluciones requeridas. Diagnosticadores ha tenido la ciudad por cientos a lo largo de los últimos 20 ó 30 años. Proyectos y sus estudios tiene la ciudad seguramente por miles, lo que necesita la ciudad son ciudadanos, con vocación y compromiso, que estén dispuestos al sacrificio para impulsar aquellos que son de prioridad.
Este blog me gusta.
He leído el blog desde el segundo artículo, y creo entender su finalidad, me perdonara el Faro si me equivoco. Es un blog para el debate, en busca de confrontación de ideas que lleve a identificarnos como región, que busca saber que es lo que realmente queremos, que somos, que fuimos, y para donde vamos.
No basta con decir que somos buenos, dicharacheros, rumberos, vacanos, porque eso lo sabe todo el mundo. Hay que ver lo malo para buscar lo bueno, lo que conviene
http://www.larepublica.com.co/noticia.php?id_notiweb=70196&id_subseccion=1&template=noticia&fecha=2006-11-10
Las Cens ganó licitación para ampliar red de electrificación
Colprensa / Cúcuta
Centrales Eléctricas de Norte de Santander (Cens) ejecutará el plan para llevar la luz a diversos rincones de El Catatumbo, Cucutilla y La Esperanza con una inversión de 15.299 millones de pesos.
El Ministerio de Minas y Energía adjudicó el contrato de asistencia técnica y administración de recursos del Fondo de Apoyo Electrificación Rural (Faer). En el concurso, además de las Cens, participaron ISA, Gensa, Electrificadora de Santander, entre otras.
El gerente de Cens, Alberto Rangel Becerra, manifestó: “ganamos en franca lid porque nuestra propuesta fue la mejor y la más viable de todas las que se presentaron”.
Para darle operatividad al proyecto, el despacho ministerial ordenó la entrega de 7.649 millones de pesos que corresponde al 50 por ciento del valor total de la obra.
Esos dineros serán utilizados en la compra de materiales como postes, conductores, para rayos, entre otros.
La adquisición de los elementos se efectuará por medio de una licitación pública nacional, que se abrirá en los próximos días, para permitir la participación de los proveedores que lo deseen, y de esa manera garantizar la trasparencia, según el funcionario.
Este trámite se efectuará este mismo año para evitar los aumentos de precios que puedan registrarse en 2007 para este tipo de elementos.
Rangel Becerra estimó que el proyecto tiene un costo en materiales de 10.000 millones de pesos, mientras que en mano de obra e ingeniería el monto asciende a 5.299 millones de pesos.
Con ampliación de la red beneficiará a 72 veredas de Convención, Ocaña, Hacarí, Bucarasica, El Carmen, Río de Oro y La Playa, en donde hay 1.980 viviendas.
Los trabajos generarán 800 empleos directos en Norte de Santander.
http://www.larepublica.com.co/noticia.php?id_notiweb=70196&id_subseccion=1&template=noticia&fecha=2006-11-10
Las Cens ganó licitación para ampliar red de electrificación
Colprensa / Cúcuta
Centrales Eléctricas de Norte de Santander (Cens) ejecutará el plan para llevar la luz a diversos rincones de El Catatumbo, Cucutilla y La Esperanza con una inversión de 15.299 millones de pesos.
El Ministerio de Minas y Energía adjudicó el contrato de asistencia técnica y administración de recursos del Fondo de Apoyo Electrificación Rural (Faer). En el concurso, además de las Cens, participaron ISA, Gensa, Electrificadora de Santander, entre otras.
El gerente de Cens, Alberto Rangel Becerra, manifestó: “ganamos en franca lid porque nuestra propuesta fue la mejor y la más viable de todas las que se presentaron”.
Para darle operatividad al proyecto, el despacho ministerial ordenó la entrega de 7.649 millones de pesos que corresponde al 50 por ciento del valor total de la obra.
Esos dineros serán utilizados en la compra de materiales como postes, conductores, para rayos, entre otros.
La adquisición de los elementos se efectuará por medio de una licitación pública nacional, que se abrirá en los próximos días, para permitir la participación de los proveedores que lo deseen, y de esa manera garantizar la trasparencia, según el funcionario.
Este trámite se efectuará este mismo año para evitar los aumentos de precios que puedan registrarse en 2007 para este tipo de elementos.
Rangel Becerra estimó que el proyecto tiene un costo en materiales de 10.000 millones de pesos, mientras que en mano de obra e ingeniería el monto asciende a 5.299 millones de pesos.
Con ampliación de la red beneficiará a 72 veredas de Convención, Ocaña, Hacarí, Bucarasica, El Carmen, Río de Oro y La Playa, en donde hay 1.980 viviendas.
Los trabajos generarán 800 empleos directos en Norte de Santander.
Cito a Cusito (gran filosofo cucuteño) “Cúcuta si es el verdadero sueño americano”, y es verdad, esta ciudad es el mejor vividero del mundo, aquí se puede hacer lo que uno quiera y por lo general no molestamos a nadie al hacerlo. Dentro del circulo de los padres de uno, casi todos nos conocemos, gozamos de ese buen nombre que ellos construyeron, aprovechémoslo y forjemos una ciudad para nuestros hijo, nuestros padres lo hicieron por nosotros, ahora es nuestro deber, hacerlo por nuestro futuros hijos. En estas vacaciones de fin de año al reunirnos con la familia, digamos lo que sentimos y el porque de ese sentimiento, tratemos de comprometer a nuestros viejos en el desarrollo de ese futuro tan anhelado. Comuniquemos lo que queremos y vamos a tratar de hacerlo realidad en nuestro terruño. Creo que de verdad es hora de actuar y ser los que nos corresponde por herencia, (cito palabra de un comentario que leí) verdaderos emprendedores, precursores de los legados de nuestros viejos. Si todavía no conocemos dicho legado, en estas festividades obliguémonos a hacerlo. Ya algunos se graduaron y otros están por hacerlo, pensemos seriamente en volver a ese parque de los ex-pajaros, a esa ciudad de lo efímero y luchemos por ella. Volvamos y saquemos proyectos de comunidad adelante, recuperemos los clubes sociales (pelear por las canchas de bolos del club tennis, ya perdidas), comprometamos al Sena, a Proexport, a Bancoldex, a todos!, a que aporten a nuestros proyectos, así sean proyectos individuales, ahora si son en grupo mucho mejor. Regresemos y batallemos por ese pedacito de cielo que es Cúcuta, obviamente a nuestra manera. Cito nuevamente un comentario que leí “Haber emprendedores a actuar”.
que lastima que la palabra "efimero" sea una constante cuando hablamos de nuestra region ,,, sin embargo,, es casi que imposible hablar de bonanza y no hablar de su periodo efimero de existencia,,,, por esta razon me gusto el articulo,, por que veo en el, mas alla , que un resumen de nuestros periodos de exito ,,una herramienta ,,para los que no somos duchos en historia economica ,,que nos permita identificar , planear, predecir y mantener las bonanzas
Este Blog lleva ya varios meses y a decir verdad parece que no han sido motivados muchos cucuteños, ni si quiera a quienes rodean a los creadores del mismo. Algo esta faltando. Qué creen que puede ser?
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