No sólo en Colombia, sino en el mundo entero, el periodismo escrito ha desempeñado un papel fundamental en la formación de los pueblos, debido a que éste se ha constituido en una memoria escrita de los acontecimientos, que permite retroceder y avanzar en el tiempo de las sociedades. El caso cucuteño no es la excepción, aunque si un poco especial, debido a que ha estado enmarcado por la existencia de casi medio siglo del Diario la Opinión; sin embargo, si se revisan otras experiencias, se puede concluir que el fenómeno de lo efímero, del cual se habló en un artículo anterior, no ha sido ajeno al periodismo de la región, ni a sus periodistas.
Existen diferentes ejemplos que dejan ver la gravedad de la situación respecto a este tema, pero tal vez uno de los que mejor ilustra la situación es el Diario de la Frontera. Este periódico que existió por cerca de 50 años, fue importante en la segunda mitad del siglo XX, sin embargo un día desapareció sin dejar huella en la sociedad cucuteña, en una época en que seguramente hubiera sido muy útil su existencia, para afrontar los nuevos retos que existen hoy en la ciudad y el departamento. Si se le pregunta a un ciudadano desprevenido el motivo que llevó al fin del Diario, se encuentran diferentes respuestas: la corrupción, la filiación política del diario y la competencia de la Opinión, están entre las más mentadas. Es difícil saber la realidad, pero lo que si es cierto es que este tipo de cosas no deberían pasar, no podemos permitir que nuestra ciudad sólo cuente con un medio escrito de publicación periódica importante (ni siquiera un semanario), y mucho menos cuando muchos de nosotros hemos sido fuertes críticos de éste.
Los ejemplos no acaban ahí, otras publicaciones como Comentarios, Sagitario, Cosmos o el Comercio, fueron flor de un día. La mayoría de nosotros ni siquiera ha oído esos nombres, y tal vez estos sólo hacen parte de nuestra historia periodística, pero es precisamente por ese motivo, que debemos interesarnos más en nuestro pasado, especialmente nosotros, los integrantes de El Faro, quienes pretendemos ser parte del periodismo nortesantandereano. Debemos tener en cuenta que la labor de estas publicaciones, o por lo menos los intentos que hicieron, no dejan de ser valiosos. Es importante que se analicen los errores y los aciertos que éstas cometieron, para rescatar lo positivo y no seguir por caminos que, ya sabemos, no conducen a ningún lado. Finalmente es importante tener en cuenta que la labor de los medios de comunicación es de vital importancia cuando se pretende construir una mejor sociedad, y la responsabilidad es aún mayor cuando todo queda plasmado en un papel, por eso quiero hacer una invitación a que revisemos esas experiencias, para poder sacar el mayor provecho de ellas, y así no tener que correr con su mismo destino.
El Faro
Existen diferentes ejemplos que dejan ver la gravedad de la situación respecto a este tema, pero tal vez uno de los que mejor ilustra la situación es el Diario de la Frontera. Este periódico que existió por cerca de 50 años, fue importante en la segunda mitad del siglo XX, sin embargo un día desapareció sin dejar huella en la sociedad cucuteña, en una época en que seguramente hubiera sido muy útil su existencia, para afrontar los nuevos retos que existen hoy en la ciudad y el departamento. Si se le pregunta a un ciudadano desprevenido el motivo que llevó al fin del Diario, se encuentran diferentes respuestas: la corrupción, la filiación política del diario y la competencia de la Opinión, están entre las más mentadas. Es difícil saber la realidad, pero lo que si es cierto es que este tipo de cosas no deberían pasar, no podemos permitir que nuestra ciudad sólo cuente con un medio escrito de publicación periódica importante (ni siquiera un semanario), y mucho menos cuando muchos de nosotros hemos sido fuertes críticos de éste.
Los ejemplos no acaban ahí, otras publicaciones como Comentarios, Sagitario, Cosmos o el Comercio, fueron flor de un día. La mayoría de nosotros ni siquiera ha oído esos nombres, y tal vez estos sólo hacen parte de nuestra historia periodística, pero es precisamente por ese motivo, que debemos interesarnos más en nuestro pasado, especialmente nosotros, los integrantes de El Faro, quienes pretendemos ser parte del periodismo nortesantandereano. Debemos tener en cuenta que la labor de estas publicaciones, o por lo menos los intentos que hicieron, no dejan de ser valiosos. Es importante que se analicen los errores y los aciertos que éstas cometieron, para rescatar lo positivo y no seguir por caminos que, ya sabemos, no conducen a ningún lado. Finalmente es importante tener en cuenta que la labor de los medios de comunicación es de vital importancia cuando se pretende construir una mejor sociedad, y la responsabilidad es aún mayor cuando todo queda plasmado en un papel, por eso quiero hacer una invitación a que revisemos esas experiencias, para poder sacar el mayor provecho de ellas, y así no tener que correr con su mismo destino.
El Faro