jueves, junio 28, 2007

Sobre la visita de un fantasma

Un fantasma está de visita en Cúcuta. Difícil negar lo que nuestros ojos han visto en las imágenes del noticiero, difícil creer lo que nuestros sentidos se empeñan en imponer a nuestra fría e incorregible razón. Semejante paradoja se presenta como un reto a nuestros escrúpulos, a nuestra curiosidad: creer o no creer. Más allá de eso: tomarnos la molestia de perturbar la tranquilidad del final del día para visitar el sitio de la aparición.

Es el momento para el clásico cálculo: ¿cuáles son la probabilidades de que un cuento como este sea cierto? Primera derrota a nuestro ánimo inquisitivo. Sin embargo, pensamos que no perdemos nada con ir. Después de todo, éste ha sido un día como cualquier otro y un poco de irracionalidad podría hacernos ir a la cama con algo más en qué pensar. De ser todo esto una farsa, ¡qué más da!, siempre es bueno reírnos de nosotros mismos de vez en cuando. No tenemos ni que salirnos de nuestras pijamas para una excursión como esta.

Camino a la “zona cero” imaginamos la posibilidad de percibir algo que sacuda con fuerza nuestra ya poco impresionable mente. Pero una vez más vuelven las risas. ¿Qué nos está pasando? Estamos seguros de ser los únicos idiotas que pretenden ir al encuentro de un fantasma. Por favor, ¡cuánto hace que iluminamos la ruta de escape a la superstición!

Pero ésta parece ser una noche para las sorpresas: no sólo supimos de la presencia de un fantasma en nuestra calma y aletargada ciudad, sino que nos atrevimos a dudar y a investigar. Ahora, lo que es aún más sorprendente es encontrarnos con una multitud que, despreciando preciosas horas de sueño, espera impaciente el momento en que los sentidos demuestren a la aburrida razón que el asombro todavía es posible. No somos tan idiotas después de todo. Mejor dicho, seguimos siendo igual de idiotas que hace un momento, pero no tenemos el orgullo de abrogarnos ese título de forma exclusiva. Muchos más se atrevieron a compartirlo con nosotros.

Claro, después de unos minutos a la expectativa, el esperado fantasma no aparece. Nos dejó metidos. De pronto es mejor pensar que la timidez le impidió acudir a esta inesperada cita con una multitud de curiosos. Es mejor volver a casa. Nuestros ánimos irracionales no pueden luchar por mucho tiempo contra nuestra gélida razón. Parece que nuestras expectativas no se cumplieron. Quién quita, a lo mejor fue un asunto de aquellos que sólo suceden una vez.

Aún así, es reconfortante pensar que vivimos en una ciudad cuyos habitantes todavía son capaces del asombro. No nos asombra la aparición, pues al final de todo ésta no tuvo lugar. Nos asombra nuestra ridícula iniciativa, nos asombra nuestra infinita capacidad de dudar, pero más todavía, nos asombra compartir con muchos otros algo que creímos nadie más haría.

El asombro, como en el caso narrado, nos empuja a hacer lo impensable. No es locura. Por el contrario, lo que muchas veces sentimos y evitamos comentar con otros normalmente es compartido por los demás. Que no nos dé miedo ni pena actuar movidos por este sentimiento. Algo bueno podría resultar.

El Faro

4 comentarios:

Unknown dijo...

Porfavor muchachos del Faro que es esta groseria ..... parece que se pasaron a la seccion de farandula?, no porfavor creo que este espacio es mejor usarlo en cosas verdaderamente motivantes, o sera que el mensaje oculto del articulo no lo entendi?, quede como con secuelas de tanta celebracion de mi cunpleaños, lo digo aprovechando la seccion de farandula no!!! un abrazo, porfavor a esos que se atreven a escribir, queremos leer articulos interesantes sin embargo como voy pa cucuta yo voy y les cuento del fantasma, ja ja ja chao

Anónimo dijo...

No me gusto. La noticia del fantasma no resalta nuestra capacidad de asombro en lo absoluto sino de estupidez.

Las cosas que verdaderamente nos deberían asombrar pasan desapercibidas día a día. Los colombianos hemos perdido es precisamente eso, capacidad de asombro. Como dicen por ahí, “ el país del divino niño” donde cualquier cosa puede pasar, no hay de que asombrarse.

Muchachos, aprovecho la oportunidad para preguntarles qué pasó con la carta al Alcalde, han hecho seguimiento, tendremos finalmente parque o centro comercial?

Anónimo dijo...

Publiquen quienes fueron los que vendieron terrenos en el Bosque Popular y cuanto recibió cada uno.

Anónimo dijo...

Es posible que con este cambio de tercio puedan atraer mas comentarios a su Blog